Tacna: mitos, cuentos y leyendas
Los zapatitos del niño
Buen día a todos, bienvenidos a este primer aporte al blog . Recientemente en nuestra ciudad hemos conmemorado un aniversario más de reincorporación al suelo patrio y con él hemos recordado aquellos viejos cuentos y narraciones con las que nuestros abuelos amenizaran nuestra infancia. Uno de ellos es el que cito a continuación, el cual pese a los años transcurridos, no deja de fascinarnos. Dicho sea de paso, el escenario se encuentra ambientado en la zona urbana de Tacna. Cito la narración, tal como se encuentra en el libro "Tacna, Historia y Folklore" del autor Fortunato Zora Carvajal.
Hace poco tiempo
recibimos la visita de uno de los viejos tacneños uno de
los pocos que quedan y que guardan en si trozos vivos y palpitantes
de la historia de nuestros pueblos; y nos contó la leyenda que en seguida:
“Esto ocurrió en los primeros años del presente siglo”.
Los niños del barrio de la antigua avenida “Dos de Mayo” ,
se reunían las noches de luna, en grupos compactos, se iban a sus
juegos en los jardines de la Plaza de Armas y de la vieja Alameda integrada
siempre uno de esos grupos un niño de unos cinco a seis años de edad,
bien trajeado y de hermosas facciones. Los niños del barrio no sabían
su nombre pero eso no les
interesaba gran cosa, el niño era alegre y cordial con
sus amiguitos y en muchas oportunidades llevaba dulces o
las llamadas “rosquitas”, de agradable sabor, ensartadas, como cuentas de
rosario, en delgados hilos, que obsequiaba muy generosamente
a sus compañeros de juego.
Cuando ya retornaban de sus juegos, a hora determinada,
“los mataperritos”, se daban cuenta que el amiguito al llegar
ante la antigua iglesia de San Ramón, les decía con
cariñosa vocecita “Adiós” y desaparecía.
Después de una leve
pausa nuestro viejo amigo reanuda su relato:- “Yo que me dedicaba al arreglo del
altar de la Virgen del Rosario, patrona de nuestro pueblo, para la misa del
domingo, me di cuenta varias veces que los lindos zapatitos de plata
del niñito aparecían abollados y cubiertos de polvo o barro y
las mediecitas rotas…”
-¿Qué había
ocurrido?-“Algo muy sencillo”. El niñito, en varias ocasiones, se escapaba
de los brazos de la virgen, y se iba a “mataperrear” con todos los niños del
populoso barrio de Dos de Mayo, por los jardines de la Plaza de Armas y por los
márgenes del viejo Caplina, que corría por el centro de la Alameda poblada
de sauces y de molles centenarios y las bellas estatuas de mármol.
Las narraciones fantásticas de Tacna son variadas y espero compartirlas con ustedes muy pronto. Los siguientes videos relatan algunas:
"La cabeza voladora"
"Las brujas de Sama"
Si el tema les fascina tanto como a mí, aquí pueden acceder a otras narraciones de Tacna y en general de nuestro querido Perú:
Considerando que por hoy es suficiente, me retiro. Con su permiso.
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